Dan una atmósfera romántica, una luz titilante, cálida... Las velas son uno de los recursos más utilizados (amén de las flores, claro) para decorar los centros de las mesas.
Aunque parezca una obviedad, no está de más recordar que las velas no se recomiendan en decoraciones para celebraciones de día. Su luz no se aprecia y no consiguen aportar demasiado...
Hay tantos tipos de velas como podamos imaginar. Las más largas, las de toda la vida... Son ideales para jugar con candelabros o meter en botellas... Mientras que las más gruesas y chatas quedan ideales dentro de búcaros de cristal, decorados o sin decorar...
La elección del tipo de velas y su cantidad hace variar el aspecto de la mesa. Por no hablar de su combinación con las flores... Así vemos arriba pequeños vasos con un candelabro grueso que dan un aire provenzal, mientras que las velas finísimas y numerosas de la foto inferior dan un aspecto del XIX.
Lo que más nos piden? Una combinación más actual y perenne, diferentes recipientes de vidrio transparente conteniendo, a diferentes alturas, velas y flores sencillas.
Añade un mesero enmarcado, et voilà! Un centro de mesa perfecto!!